Las minas abandonadas podrían ser la solución al almacenamiento energético
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Un nuevo estudio sugiere que las minas subterráneas reutilizadas podrían almacenar energía suficiente para abastecer a "toda la Tierra" durante un día.
Cuando hace buen tiempo, las fuentes eólica y solar suelen generar más energía de la que puede utilizar una red. Entonces, ¿dónde podemos almacenar este exceso de energía?
Según los científicos del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), las minas abandonadas podrían ser la solución.
Estos expertos aseguran que convertir las minas clausuradas en enormes "baterías gravitatorias" podría proporcionar hasta 70 teravatios de almacenamiento de energía. Una cantidad suficiente para cubrir el consumo diario de electricidad de todo el mundo.
"Para descarbonizar la economía, tenemos que replantearnos el sistema energético basándonos en soluciones innovadoras que utilicen los recursos existentes", urge Behnam Zakeri, coautor del estudio e investigador del Programa de Energía, Clima y Medio Ambiente del IIASA.
"Convertir minas abandonadas en almacenamiento de energía es un ejemplo de las muchas soluciones que existen a nuestro alrededor, y sólo tenemos que cambiar la forma de desplegarlas".
¿Cómo funcionan las baterías de gravedad?
La mayoría de las pilas que utilizamos en la vida cotidiana almacenan energía mediante procesos electroquímicos. Una determinada reacción química libera energía que luego puede utilizarse.
Las baterías gravitatorias, en cambio, son artilugios mecánicos. Utilizan el exceso de energía producida por las energías renovables para levantar un peso. Cuando la red se queda sin energía, el peso se deja caer, alimentando un generador mientras cae en picado.
Hay muchas versiones diferentes de este tipo de batería. La más sencilla -y antigua- es una forma de reloj de péndulo que se alimenta de la fuerza de la gravedad.
El tipo más común en la actualidad es la hidroelectricidad de bombeo. En este caso, el agua se bombea a mayores alturas para almacenar energía y se libera a través de turbinas para generar electricidad [El almacenamiento por bombeo es muy común, con un valor total de almacenamiento instalado de 1.6 teravatios hora]. El sistema de gravedad propuesto en las minas tiene un potencial de capacidad energética global de siete a 70 TWh, afirman los investigadores de IAASA en el artículo, publicado en Energies.
¿Cómo funcionaría un acumulador gravitatorio en una mina?
El modelo de almacenamiento subterráneo de energía por gravedad (UGES) propuesto por los investigadores del IIASA utiliza los ascensores existentes para subir y bajar contenedores llenos de arena.
Las minas son idóneas para este tipo de baterías. Esto se debe a que ya cuentan con pozos profundos que podrían utilizarse para dejar caer un peso. Las baterías gravitatorias requieren al menos 300 metros de espacio de caída para funcionar correctamente.
Según los investigadores, la construcción de estos proyectos también podría ayudar a generar ingresos en comunidades mineras empobrecidas.
"Cuando una mina cierra, despide a miles de trabajadores. Esto devasta a las comunidades que sólo dependen de la mina para su rendimiento económico. El UGES crearía algunas vacantes, ya que la mina prestaría servicios de almacenamiento de energía tras el cese de sus operaciones", afirma Julian Hunt, investigador del Programa de Energía, Clima y Medio Ambiente del IIASA y autor principal del estudio.
"Las minas ya cuentan con la infraestructura básica y están conectadas a la red eléctrica, lo que reduce significativamente el coste y facilita la implantación de plantas UGES".
Fuente: Euronews