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Minería

Ingeniera en Geociencias e Ingeniera Ambiental hablan de su experiencia de ciencia en la minería

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Por: Lourdes Díaz

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Ana Patricia Galván Cervantes, Ingeniera en Geociencias, quien trabaja como Supervisora de Laboratorio en Mina La Yaqui Grande de Minas de Oro Nacional y Elizabeth Montenegro Flores, Ingeniera Ambiental Industrial, Asistente de Medio Ambiente en Mina Mulatos, de la misma empresa, comparten sus respectivas experiencias de ciencia en minería.

Ana trabaja con la química y ciencias de la tierra, mientras que, Elizabeth, con las diversas metodologías del trabajo ambiental que se requieren para realizar una minería respetuosa con el medio ambiente, trabajo que va desde el monitoreo de calidad del agua, hasta las medidas para el cuidado de la flora y la fauna, así como la disposición adecuada de residuos.

Lo anterior, en torno al 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y la tecnología y con el objetivo de promover la participación de más mujeres, ya que, a pesar de que los ámbitos de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) se consideran fundamentales para las economías nacionales, hasta ahora, la mayoría de los países, independientemente de su nivel de desarrollo, no han alcanzado la igualdad de género en este sector.

Minas de Oro Nacional, filial de Alamos Gold Inc., informa que cuenta con 70 mujeres que, como las dos profesionistas antes mencionadas, trabajan en sus operaciones. Ana, tiene nueve años en la minería, dos de ellos en esta empresa, donde dice estar cumpliendo su sueño de trabajar en una mina, de estar en sitio y resalta que, ha logrado compaginar la maternidad y el matrimonio con la minería muy bien.

Ana trabaja realizando análisis de laboratorio para determinar la existencia y porcentajes de minerales y metales en la mina, desde la química metalurgista. De los resultados que salen de este laboratorio dependen las decisiones de lo que ocurre en la mina. Es un área clave para la operación. 

Ella además de profesionista, es madre y esposa, tiene un niño de 10 años, quien dice, apoya su decisión de estar en mina porque él sabe que era su sueño de realización profesional, de hacer lo que le gusta y ejercer las ciencias de la tierra. Ana tiene 8 personas a su cargo, 6 de ellas varones y actualmente, dice, sabe liderar lo que le corresponde hacer para dar los resultados que se esperan de su área.

Ella tiene un turno de 14 días de trabajo por 7 de descanso, un esquema y estilo de vida al que su familia se ha adaptado y disfrutan. Antes, cuando tenía trabajo en un laboratorio de la ciudad y aunque estaba todo el tiempo viviendo con su niño, trabajaba todo el día y lo veía muy poco. “Ahora él sabe que los 7 días que estoy en casa, son 24 horas para él y nos disfrutamos mucho, aprendimos a darnos calidad y no cantidad”, afirma.

Cuando planteó la posibilidad de irse a mina, en familia decidieron que los abuelos eran los más indicados para sus días de ausencia, en acuerdo mutuo con su esposo, quien también trabaja como geólogo en La Yaqui Grande donde a ambos, sus respectivos jefes les han hecho coincidir los días de descanso.

Elizabeth Montenegro Flores es Ingeniera Ambiental Industrial y ha ejercido su profesión en el sector minero desde hace nueve años. Ella realiza un interesante trabajo como Asistente Ambiental en Mina Mulatos, donde parte de sus responsabilidades está el alimentar información en bases de datos que sirven para analizar comportamientos históricos y ante cualquier variable, desde la supervisión o gerencia se puedan tomar decisiones.

Entre los datos que registra están temas de la calidad del agua, de flora, fauna, manejo de residuos y sobre la necesidad de algunas capacitaciones, entre otros. Ella realiza la toma de muestras de agua en las zonas de procesos o puntos cercanos a Mina Mulatos y La Yaqui Grande, tanto superficial como subterránea y hace los análisis de calidad del agua, entre otras actividades como el recibir residuos y almacenarlos, para que, en su debido tiempo, éstos sean enviados a una disposición adecuada.

Entre otras labores de su área, está el manejo del vivero donde se producen las plantas para la reforestación de zonas que se van desocupando en la mina, el monitoreo de la sanidad de los peces en los arroyos cercanos a la mina, así como de otras especies de fauna.

Resalta que, en los casi nueve años de ingresar al sector minero, encontró un gusto por esta industria y piensa seguir trabajando en minería mientras cuente con un espacio dónde hacerlo.

Comparte que además es madre de un bebé de nueve meses y que, desde hace cinco años es casada. Dos ámbitos de su vida, que ha podido combinar con la minería, trabajando en sitio con un turno de 14 días por 7 de descanso, quien tiene cuatro años laborando en Minas de Oro Nacional.

“Sobró quien cuidara a mi niño durante mis días en mina, tanto en la familia tanto de mi esposo como la mía nos brindan mucho su apoyo lo cual agradezco mucho”, compartió.

Ella es originaria de Arivechi, una comunidad vecina a la mina y su esposo de Caborca, otro municipio minero, por lo que ambos conocen bien el trabajo en el sector y pudieron tomar esta decisión, siendo una plática de varias ocasiones donde resaltaba el tema de la responsabilidad que implica ser padres. “Que mi esposo me brindara el apoyo de continuar trabajando, fue muy valioso para mí”, externó.

Expresa sentirse muy agradecida con las políticas de trabajo en la empresa que le permitieron durante todo el embarazo trabajar desde las oficias de Hermosillo y también algunos meses posteriores al nacimiento de su bebé, en los meses que se recomienda la lactancia. Además de haber gozado de un horario recortado para atender a su bebé en los primeros meses.

Finalmente, agradeció y reconoció a sus superiores por todas las facilidades que le han brindado para que la maternidad no le impidiera seguir trabajando y desarrollándose profesionalmente, así como a todos sus compañeros por el conocimiento compartido durante estos años en la mina.

Este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, es un recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel decisivo en las comunidades científicas y tecnológicas y de que debe reforzarse su participación, publicó la ONU. Para abordar algunos de los mayores retos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible —desde la mejora de la salud hasta la lucha contra el cambio climático — es necesario sacar partido de todos los talentos disponibles. Esto significa que necesitamos que más mujeres trabajen en estos ámbitos.