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Réquiem por el Fondo Minero

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Parece que fue ayer, cuando los legisladores analizaban la posibilidad de introducir las “regalías mineras” a México, obligando a las empresas a pagar el 4% de sus utilidades. Era el 2013, y el sector minero tembló ante esta iniciativa, ya que el precio de los metales iba en picada. Comenzó entonces un cabildeo intenso para hacerles ver a diputados y senadores que la bonanza de los años previos ya se había esfumado. El resultado fue que no se impuso un derecho del 4% sobre el EBITDA de las compañías mineras, sino del 7.5% en general y del 8% en el caso de las productoras de metales preciosos.

El fin de esta reforma fiscal era que las empresas retribuyeran a las comunidades y estados que alojan las operaciones extractivas, y así nació el Fondo Minero.

2014-2017

La recaudación comenzó en el 2014, y si bien el sector tuvo que adaptarse a las nuevas reglas del juego (reduciendo sus costos y aumentando la eficiencia en sus operaciones, a fin de poder tener márgenes de ganancia), se dio un giro benéfico en cuanto a la percepción de la minería: los nuevos impuestos ayudaron a ver a esta industria como un polo de desarrollo, ya que el dinero recolectado se destinó a obras de impacto social y ecológico, y se distribuyó de la siguiente manera:

  • 80% para estados y municipios mineros (62.5% para municipios y 37.5% para estados)
  • 20% para el Gobierno Federal

Entre el 2014 y el 2017 se recaudaron alrededor de MX$11,327 millones, y aunque el Gobierno aún no termina de ministrar dichos recursos en su totalidad, cientos de comunidades de 28 entidades federativas vieron una nueva realidad gracias al Fondo, que en muchos casos superó a las partidas presupuestales de cada municipio.

Así surgieron una gran cantidad de proyectos de infraestructura social a lo largo y ancho de México, tales como pavimentación, alumbrado público, rehabilitación de espacios públicos, condicionamiento de áreas deportivas, tratamiento de residuos, drenaje… todos con una visión de largo plazo y destinados a mejorar la calidad de vida de las familias.

Como suele pasar en México, hay administraciones que no brillan por tener un manejo transparente de recursos, y no faltaron las acusaciones de casos de corrupción y desvíos principalmente por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Turístico y Urbano (operadora del Fondo) y los gobiernos estatales y municipales. La opacidad que rodeó a ciertos proyectos levantó sospechas, las cuales terminaron por afectar a la gran mayoría de obras que se realizaron adecuadamente.

2018

El gobierno que entró en funciones en el 2018 decidió sacar a la Sedatu de la ecuación, y puso la distribución del Fondo en manos de la Secretaría de Economía (SE). Bajo la premisa de que los recursos no llegaban a las comunidades mineras, se anunció que estos serían entregados directamente por parte del Gobierno Federal, en lo que el Ejecutivo llamó “tandas del bienestar”, préstamos de MX$6,000 para los habitantes de regiones con vocación minera.

Ante la posibilidad de que el Gobierno acaparara todos los recursos y privara a los municipios y estados del capital que fue creado en ellos y para ellos, el Gobernador de Chihuahua y presidentes municipales de dicha entidad y Sonora interpusieron un total de 34 controversias constitucionales en contra de la reforma implementada en el 2018. A final de cuentas, el Fondo no fue atomizado en las llamadas tandas, y quedó congelado hasta este año, en que la Suprema Corte desechó las controversias.

A principios de septiembre de 2020, la titular de la SE, Graciela Márquez Colín, anunció que los recursos correspondientes al 2018 serían destinados a programas federales por implementarse en zonas de producción minera; sin embargo no se han detallado los lineamientos a seguir ni en qué consisten dichos programas.

2019 y 2020

Los recursos del Fondo Minero recaudados en el 2019 serán canalizados a la Secretaría de Educación Pública, según se establece en la Ley Federal de Derechos actualizada en el 2020. Desde entonces, la distribución del Fondo sigue el siguiente esquema:

  • 85% para la SEP, principalmente para infraestructura educativa
  • 5% para la SE
  • 10% para el Gobierno Federal

Gran parte de lo que corresponde a la SEP ya se reparte a través del programa La Escuela Es Nuestra (LEEN), diseñado para la mejora, construcción y equipamiento de planteles educativos, con prioridad en zonas con alta marginalidad.

La proporcionalidad para asignar el apoyo a las escuelas es la siguiente: MX$150,000 en planteles de hasta 50 alumnos; MX$200,000 para escuelas de 51 a 150 alumnos; y MX$500.000 para escuelas que superan los 151 alumnos. Este reparto está previsto al menos para continuar al menos durante el 2021.

El Fondo Minero llega a su fin

Las comunidades mineras han quedado formalmente fuera de la asignación directa del Fondo Minero, aunque aún queda una duda en el aire, ¿qué pasará con los montos de años anteriores que aún no se han ministrado? La bancada morenista parece tener la respuesta: la Federación los absorberá, bajo el argumento de que necesita recursos para hacer frente a la pandemia Covid-19.

Al menos este era el destino que se escribió para el Fondo Minero el 6 de octubre de 2020, cuando la mayoría de los diputados de Morena, aliados con legisladores del PES y PVEM votaron a favor de eliminar 109 fideicomisos y programas sociales, entre ellos el Fondo. La extinción fue aprobada en lo general con 242 votos a favor y 178 en contra.

A causa de la desaparición del fideicomiso del Fondo Minero, se privaría a las zonas de producción minera de más de MX$7,463 millones de pesos.

Pero las comunidades mineras no son las únicas víctimas de esta medida con la que el Gobierno de México busca disponer de un saldo superior a los MX$68,000 millones. La iniciativa que promueve principalmente Mario Delgado, Coordinador de Morena en San Lázaro, afecta igualmente a científicos, deportistas, periodistas, industria del cine, zonas impactadas por desastres naturales, derechos humanos… y un largo etcétera.

Vivió muy poco, y su misión era retribuir a los lugares donde se realiza la minería, pero hoy muere para que el Gobierno Federal lo aplique en sus programas, aunque nadie sabe cómo ni en cuáles. Descanse en paz el Fondo Minero.

Fuente: Mundo Minero