Litio aumenta 500% su precio

Ante la demanda creciente de vehículos eléctricos, el precio del litio se ha disparado, y sus perspectivas son prometedoras en un mundo que apuesta por la descarbonización. Lamentablemente México no tiene un futuro claro en cuanto a la producción del metal.

A mediados de febrero del 2022, la tonelada de carbonato de litio rondaba los US$55,000, un aumento del 497% respecto al precio que tenía un año antes.

El factor que más ha influido para inflar esta burbuja es el apetito voraz por vehículos eléctricos, y por extensión de productos de litio empleados en baterías. En el 2021 China vendió 157.5% más de vehículos que emplean “energías nuevas”, un total de 3.52 millones de unidades, mientras que Europa vio crecer un 71% la venta de autos híbridos y un 63% la venta de coches eléctricos.

En un entorno en el que la demanda de litio supera a su oferta, el precio del commodity está bien apuntalado, y se estima que habrá un déficit en la producción hasta el 2030, año en que se podrían empatar la oferta y la demanda.

Ahora que los precios del metal viven momentos de gloria, el Gobierno de México ha realizado un movimiento inesperado, pues el Presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, declaró a inicios de febrero que no permitirá que empresas extranjeras exploten litio, por considerarlo un “bien de la nación”, lo que contradice promesas previas de respetar concesiones que ya se habían otorgado y estaban en regla.

Esto afecta directamente a la compañía china Ganfeng Lithium, puesto que recientemente adquirió el proyecto Sonora Lithium, donde yace el mayor depósito de litio en México.

Según estimaciones, el activo entraría en producción en el 2023, tras más de una década de desarrollo, pero ante los planes de nacionalizar el metal y crear una paraestatal similar a Pemex, reina la incertidumbre sobre cómo el Gobierno lograría explotar litio alojado en arcillas (un tipo de yacimiento que nunca se ha minado en el mundo) si no cuenta con la tecnología o expertise necesarios, a lo que se suman altos costos de producción.

Fuente: Mundo Minero