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Geología

Las enigmáticas “piedras del cielo”

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Corría el año de 1990 cuando enviaron al geólogo italiano Angelo Pitoni a Kono, una región al norte de Sierra Leona, a estudiar un yacimiento rico en diamantes. Durante ese viaje, el geólogo recibió del jefe Fulah, de la tribu Fulani, unas extrañas piedras azules.

"Las piedras en sí tenían un llamativo color azul, con vetas de color blanquecino que las atravesaban. Estas piedras eran algo que nunca antes había visto. Aunque tenía experiencia en geología, no pude identificar cuál era el material", declaró Angelo.

Cuando regresó a Europa, llevó las piedras al Instituto de Ciencias Naturales de Ginebra y a la Universidad La Sapienza de Roma, así como a diferentes laboratorios: Utrecht (Países Bajos), Tokyo (Japón) y Freiberg (Alemania) para analizarlas.

La sorpresa fue mayúscula cuando le dijeron que las piedras azules no correspondían a ningún mineral conocido.

"La gente de la tribu afirmó que las piedras provenían de seres que bajaron del cielo", señaló Patoni, por lo que las piedras fueron conocidas como “Sky Stones”.

Un fragmento de esta roca fue sometido a otro riguroso examen y los resultados arrojaron que los elementos que la conforman -según este análisis- son: 77.17% Oxígeno, 11.58% Carbono, 6.39% Silicio, 3.31 % Calcio y otros elementos en cantidades ínfimas. Esto quiere decir que se trata de una piedra básicamente compuesta ¡de Oxígeno!

Posteriormente la espectrometría de masas descubrió la fórmula molecular del misterioso compuesto: C17H24O³.

Por otra parte, la datación con carbono indica que la piedra celestial se encuentra en el globo terráqueo desde hace 2,500 - 17,000 años.

Si bien prácticamente todo elemento de nuestro planeta proviene del espacio exterior, la rareza de esta piedra azul es tal, que ha cautivado a científicos, coleccionistas y aficionados. La explicación generalizada es que esta materia fascinante llegó en un meteorito, mientras que aún prevalece la leyenda local de que se trata de seres celestiales que hicieron enojar a los dioses, y como castigo fueron condenados a yacer bajo tierra.

Fuente: Mundo Minero