La compañía McEwen Mining logró un avance clave para el futuro de su proyecto El Gallo, ubicado en Sinaloa, luego de que la federación aprobara una ampliación a la Manifestación de Impacto Ambiental de la mina. Con este aval, la compañía podrá avanzar hacia la reactivación del complejo minero, que permanecía en una etapa limitada de operación desde hace varios años.
La empresa informó que la autorización representa un paso crítico, ya que permitirá iniciar la construcción del molino correspondiente a la Fase 1 del proyecto. El arranque de las obras está previsto para mediados de 2026 y, de acuerdo con la minera, el primer vaciado de oro podría concretarse aproximadamente un año después.
Una vez en producción comercial, la Fase 1 del proyecto El Gallo tendría una vida útil estimada de 10 años, con una producción promedio cercana a las 20,000 onzas de oro equivalente por año. McEwen también evalúa una Fase 2 de expansión, que incorporaría los yacimientos de plata in situ del proyecto y podría extender de manera significativa la vida operativa del complejo.
La mina inició operaciones originalmente como un proyecto a cielo abierto en septiembre de 2012 y se mantuvo activa hasta mediados de 2018. La suspensión de la minería se debió a la transición hacia mineralización sulfurada más profunda, la cual no era apta para lixiviación en pilas. Desde entonces, la producción se ha limitado únicamente a actividades de lixiviación residual.
Durante su etapa operativa, El Gallo produjo alrededor de 279,000 onzas de oro y 134,000 onzas de plata, para un total de 281,000 onzas de oro equivalente, con un costo efectivo promedio de 655 dólares por onza.
En años recientes, McEwen ha trabajado en el rediseño del complejo bajo el denominado “Proyecto Fénix”, que contempla dos etapas. La primera considera el reprocesamiento de material proveniente de las pilas históricas mediante un nuevo molino y un circuito de lixiviación, mientras que la segunda fase incorporaría los depósitos de plata in situ.
Fuente: Mundo Minero