Últimamente se ha intensificado la apuesta por la inversión privada en el desarrollo del litio, con nuevos proyectos mineros que refuerzan la participación empresarial en países latinoamericanos como Argentina y Chile.
En Argentina, el Gobierno aprobó el proyecto “Hombre Muerto Oeste”, de la empresa Galán Litio S.A., con una inversión inicial de US$217 millones en la provincia de Catamarca. La iniciativa, amparada bajo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), prevé iniciar operaciones en 2026 con una producción anual estimada de 4.000 toneladas de carbonato de litio equivalente.
Trasciende que con esta aprobación, ya son seis los proyectos aceptados bajo el RIGI, los cuales suman una inversión total de alrededor de US$12,800 millones. Sin embargo, un séptimo proyecto fue rechazado, “Mariana”, de Ganfeng Lithium, puesto que no cumplía con los requisitos de inversión mínima exigidos para los próximos dos años.
Por su parte, Chile avanzó en su nueva estrategia nacional pactando una alianza entre la empresa estatal Enami y la minera Rio Tinto. Juntas desarrollarán el proyecto “Salares Altoandinos” en la Región de Atacama, con una inversión estimada de US$3,000 millones. De superar los procesos regulatorios, el activo comenzaría a producir litio en el 2032.
La sociedad conjunta contempla una participación del 49% para Enami y del 51% para Rio Tinto, firma que además aportará US$425 millones para estudios técnicos y aplicará su tecnología de extracción directa de litio, destacada por su mayor eficiencia y menor impacto ambiental. La elección de Rio Tinto se dio tras un proceso competitivo entre 12 empresas internacionales.
Con estas iniciativas, los gobiernos de la región reafirman su interés en atraer capitales privados nacionales y extranjeros, a fin de acelerar el desarrollo del litio, buscando al mismo tiempo equilibrar los beneficios económicos con la sostenibilidad ambiental y la soberanía sobre los recursos estratégicos.
Fuente: Mundo Minero