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Minería

Si las rocas hablaran. Feliz Día del Geólogo

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Las rocas no hablan pero tienen su intérprete. Las rocas saben que cuando su intérprete llega a terreno, cuando sienten el paso de sus botas y su mirada de rayos X, ha llegado su día.

El día esperado por toda su vida, del paso de millones de soles y lunas, lluvias y fríos, que han intemperizado su cubierta y desnudado su formación. Saben que el día de la verdad ha llegado.

Hoy, ese hombre o esa mujer que ha escogido su cuerpo, la estudiará profundamente y le hablará al mundo de sus grandezas, de sus tesoros que tiene guardados para la humanidad.

Si las rocas hablaran, facilitarían el trabajo de ese gran profesional que la ha dibujado de mil maneras, que ha seguido su rastro cual experto sabueso, que ha remontado montañas y caminado miles de senderos para poder comprenderla, diagnosticarla, acariciarla, soñar con ella, platicar y hasta maldecir cuando se topa con pared y no logra descifrar su genética, su historial, ni mucho menos su potencial.

Las rocas saben que esos solitarios pasos recorriendo su cubierta, haciendo modelos, dejándose llevar por su imaginación, pronto llevarán a descubierto su verdadera identidad, pronto saldrá a la luz pública lo que han escondido por largos tiempos y que hoy día son de gran utilidad.

Las rocas no hablan, pero cooperan con el humano que las estudia, por eso se desnudan en el desierto o dejan descubiertas sus intimidades en la cerrada vegetación de las zonas selváticas.
Dejan sus cicatrices en descubierto, de las fracturas ocasionadas por los movimientos en la corteza de esto que llamamos Tierra o mandan señales radiactivas que se convierten en un lenguaje con cientos de interpretaciones, o simple y sencillamente muestran una anomalía de color para llamar la atención.

Las rocas no hablan, pero saben de la gran empatía que hay, con ese hombre o esa mujer, que ama la naturaleza, sus formas, los paisajes que ofrecen y forman parte de la riqueza que convive cotidianamente con las comunidades que la utilizan de morada.

A veces me pregunto, si las rocas hablaran cómo verían a los estudiosos de su anatomía y de su interioridad. Lo verían como un doctor, como un brujo, como un filósofo o simplemente como un humano más.

Si las rocas hablaran seguramente se presentarían ante el señor de las botas y le dirían: “Hola, soy Roca” y él contestaría: “Hola amiga, yo soy Geólogo”.

Extendemos una merecida felicitación a los geólogos este 6 de enero, fecha que conmemora la creación de la Sociedad Geológica Mexicana (1904) y el Instituto Geológico Mexicano (1905), y por tal motivo se ha constituido como el Día del Geólogo en México.

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